Grooming


Se llama GROOMING a la acción deliberada de un adulto de acosar sexualmente a un niño o niña mediante el uso de Internet. Siempre es un adulto quien ejerce el grooming.

Estos adultos suelen generar un perfil falso en una red social, sala de chat, foro u otro, en donde se hacen pasar por un chico o una chica y entablan una relación de amistad y confianza con el niño o niña que quieren acosar.

El mecanismo del grooming suele incluir un pedido de foto o video de índole sexual o erótica (pedido por el adulto, utilizando el perfil falso). Cuando consigue la foto o el video, comienza un período de chantaje en el que se amenaza a la víctima con hacer público ese material si no entrega nuevos videos o fotos o si no accede a un encuentro personal.

Internet es una herramienta que brinda nuevas posibilidades a problemáticas previamente existentes.

 

En este sentido, el abuso o acoso sexual a menores y la pedofilia no deben explicarse por la web, sino que esta será comprendida como un instrumento capaz de potenciar los distintos tipos de abuso.


¿Como lo podemos detectar ?

En la mayoría de los casos, el menor no informa a sus padres o educadores de que está sufriendo una situación de estas características. Por ello, se hace necesario conocer la forma en que este problema puede ponerse de manifiesto en el menor, destacando diferentes aspectos.

- Cambios en los hábitos en relación a diferentes ámbitos:

  • En el uso de dispositivos o de Internet.
  • En la asistencia a clase, por ejemplo ausencias pobremente justificadas.
  • Abandono o ausencia en actividades hasta ese momento preferidas.
  • Altibajos en los tiempos de estudio y en el rendimiento del trabajo escolar.
  • Variaciones en las actividades de ocio habituales.
  • Modificación de los hábitos alimenticios.
  • Disminución de la capacidad de concentración y de su mantenimiento.
  • Ocultamiento especial cuando se comunica por Internet o teléfono móvil.

- Cambios en el estado de ánimo:

  • Cambios de humor.
  • Momentos de tristeza, apatía o indiferencia.
  • Inusuales actitudes de relajación y tensión, incluso de reacción agresiva.
  • Explosiones momentáneas de agresividad.

- Cambios en sus relaciones:

  • Cambios extraños en el grupo de personas con las que se relaciona y/o repentina pobreza, ausencia de amistades y de relaciones sociales.
  • Falta de defensa o exagerada reacción ante supuestas bromas u observaciones públicas. Estos comentarios pueden parecer inocuos a ojos de los adultos pero contar con otros significados para el menor.
  • Miedo u oposición a salir de casa.
  • Excesivas reservas en la comunicación.
  • Cambios en sus grupos de amigos, en ocasiones cambios radicales.
  • Variaciones en la relación con los adultos, en cuanto a su frecuencia y la dependencia de ellos.
  • Variabilidad de los grupos y personas que tiene como referentes o modelos a seguir e imitar.

- Cambios y síntomas físicos y psicosomáticos:

  • Modificaciones en su lenguaje corporal ante la presencia de determinadas personas: hombros encorvados, cabeza gacha, falta de contacto en los ojos, rechazo de la presencia pública, etc.
  • En la ocupación de espacios escolares: cercanía a adultos, miedo a los recreos, ocupación de rincones, paredes y espacios protegidos y controlables visualmente, etc.
  • Manifestaciones de enfermedad o dolencias frecuentes.
  • Lesiones físicas frecuentes sin explicación razonable. También debe considerarse la pérdida y/o deterioro de pertenencias físicas.
  • Mareos frecuentes con síntomas no comunes.
  • Dolores de cabeza o de estómago que no ocasionan despertares nocturnos pero que impiden realizar actividades normales como el ir al colegio.
  • Diarreas frecuentes sin ir acompañadas de vómitos o fiebres.

 

 


Etapas del Grooming


¿Qué hacer si pasa?

Si se detecta un posible caso de grooming, la primera medida que un adulto debería tomar es charlar con el chico o chica víctima, sin avergonzarlo o culparlo. Recordemos que el poder que el abusador tiene es la vergüenza del chico y, por ende, el adulto al que se recurra debe evitar afianzar esa vergüenza y permitirle al chico contar con la mayor sinceridad y libertad posible lo que le pasó. Debe evitarse la revictimización, es decir, echarles la culpa de lo ocurrido, como así también interrogarlos en diferentes ámbitos y obligarlos a contar muchas veces lo que les ocurrió.

Es indispensable que el adulto acompañe desde el afecto y la protección al chico víctima de grooming y que recuerde que seguramente este dudó en contarlo por vergüenza, viviendo durante ese tiempo la extorsión de un abusador adulto.

Detallamos opciones de acción que debe tomar un adulto una vez que toma noción del caso degrooming:

  • Denunciar en la página al perfil del acosador. Una de las principales herramientas que brindan las redes sociales es la de denunciar perfiles. De esa forma se puede dejar un precedente y, si otros también lo denuncian, se podrá conseguir que den de baja la cuenta del abusador y así evitar que replique su abuso con otros chicos.
  • Analizar el tipo de delito que se llegó a cometer ya que no será lo mismo si hubo un encuentro personal o si no traspasó la web. Estos datos serán importantes a la hora de pensar en hacer una denuncia policial.
  • Analizar hacer la denuncia penal. La decisión de realizarla parte del chico o chica que sufrió el abuso y de su familia. En caso de querer hacerla, será necesario guardar todas las pruebas necesarias.
  • Para guardar las pruebas del acoso será necesario no borrar conversaciones y fotografiar o capturar la pantalla y almacenarlas en algún dispositivo. Otra buena opción es descargar la fotografía que haya enviado el acosador, ya que de esa forma se podrán conseguir datos útiles para una futura investigación (marca, modelo y número de serie de la cámara, fecha y hora en la que se tomó la foto, si fue retocada, el programa usado para hacerlo y datos sobre la computadora donde se la cargó).
  • La importancia de la denuncia ante la página web y la Justicia hay que enmarcarla no solo en el delito cometido, sino en la certeza de que los abusadores no suelen atacar a una sola víctima, sino que actúan sobre varios chicos. Denunciando y logrando que se lo investigue y penalice, se evitará que el abusador continué perjudicando a otros niños.
  • Al momento de detectarse el caso de grooming, es importante limitar la capacidad de acción del acosador y, como es posible que este haya tenido acceso al equipo del chico o tenga sus claves personales, recomendamos:
    • Revisar el dispositivo (computadora, tableta o teléfono celular) para evitar el malware y cambiar las claves de acceso.
    • Revisar y reducir las listas de contactos de las redes sociales como así también configurar la privacidad en cada una de estas.

 


¿Como prevenirlo ?

Internet ofrece muchas oportunidades a chicos y a grandes. Una de ellas es la posibilidad de conocer gente, y a través de las personas a distintas culturas, formas de pensar, gustos y preferencias. La principal forma de prevención no es prohibir que los chicos hablen con desconocidos en las redes sociales, sino brindarles herramientas para que comprendan los riesgos que existen al compartir datos personales en la web y que conozcan las formas de prevenirlos.

Es necesario puntualizar un poco más respecto a la prevención. Para evitar que los chicos den material que luego pueda ser usado como extorsión y para brindarles herramientas de navegación segura, a continuación detallamos algunos puntos que los adultos deben trabajar con ellos: 

  • No dar información o imágenes comprometedoras por chat. Esta recomendación no debe limitarse a los desconocidos ya que las fotos rápidamente pueden cambiar de contexto y quedar expuestas en la web. Es importante reforzar la idea de que el material que circula en Internet es difícil de borrar. Si alguna imagen íntima comienza a circular, va a verse asociada en el presente y en el futuro con las búsquedas online de la persona que protagonice el vídeo o foto. 
  • No utilizar la cámara web cuando chatean con desconocidos. Del otro lado pueden estar grabando lo que ellos muestren, sea de contenido sexual o no lo sea. La imagen es un dato personal que requiere cuidado y protección. Mostrarse a través de una cámara web es una forma de entregar material sobre su imagen a un desconocido que puede hacerla circular por la web o utilizarla para futuras extorsiones.

  •  Evitar que les roben la información comprometedora a la fuerza. Para eso es necesario configurar y mantener la seguridad del equipo informático. 

  • Dentro de la línea de prevención del robo de imágenes a la fuerza, es indispensable conocer las buenas prácticas respecto a las contraseñas: 
    • Es necesario colocar contraseña en todos los dispositivos que se usen (teléfono celular, tableta, netbook, notebook o computadora de escritorio). 
    • Utilizar contraseñas seguras: lo recomendable es que combinen números y letras. Que sean fáciles de recordar, pero difíciles de robar: evitar datos predecibles como el nombre y la fecha de nacimiento, 12345, DNI o el nombre más 1234. 
    • No compartir la contraseña. A excepción de los niños, a quienes les recomendamos que compartan las contraseñas con sus papás, los adolescentes deben evitar compartirla, incluso con amigos. 
    • Evitar usar la misma contraseña para todas las cuentas ya que si alguien accede a una, podrá ingresar a todos los espacios donde se la use.

  • Comprender que los datos que se vuelcan en Internet pueden caer en manos de desconocidos con malas intenciones. Por esa razón es indispensable cuidar quién ve las publicaciones utilizando las configuraciones de privacidad de las redes sociales que se utilicen. Cuando abrimos una cuenta en alguna red social las publicaciones están públicas. Por ese motivo es importante tomarse el trabajo de configurar la privacidad y así elegir que sean solamente nuestros contactos los que estén habilitados a ver el material publicado. Cuando se indaga en las herramientas de privacidad nos encontramos con opciones más avanzadas aún: armar subgrupos entre los contactos y elegir qué cosas ve cada grupo, determinar que podamos aceptar las etiquetas antes de que se publiquen en nuestros muros, bloquear a un perfil, entre otros. 

  • Evitar usar sus nombres completos y datos personales en los e-mails. La casilla de correo electrónico puede caer en manos de desconocidos y por eso se recomienda preservar los datos que den información personal. En este sentido pueden usarse frases, seudónimos, alias, etc., evitando el nombre completo o la fecha de nacimiento que exponga la edad del dueño de la casilla. 

  • No utilizar el nombre completo como Nick o usuario. Es preferible colocar sobrenombres y evitar el apellido para impedir que desconocidos accedan a información personal. 

  • Ser cuidadosos con los datos personales que se vuelcan en la red. Más allá de configurar la privacidad, la información subida puede caer en manos de desconocidos al ser compartida o descargada por nuestros contactos. Es por esta razón que somos nosotros, los dueños de nuestros datos, los que debemos pensar qué publicamos y qué información estamos brindando en una red social o sitio web.

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